Escrito por: Heriberto Halimy Vázquez Rodríguez
No cabe lugar a duda que las inversiones privadas siempre son un acierto para la economía de una región, puesto que propician el crecimiento económico de la zona y, posiblemente, la generación de nuevos y mejores empleos. Existen ciudades dentro de nuestro continente que se encuentran catalogadas como tecnológicas y de crecimiento económico acelerado, donde un claro ejemplo de ello es la Ciudad de Silicon Valley que se encuentra ubicada en el Estado de California de los Estados Unidos de Norteamérica.
Para el caso de nuestro Estado de Jalisco, muchos especialistas han considerado a nuestra región como la Silicon Valley mexicana, esto a causa del crecimiento tecnológico y económico de nuestro estado a través de albergar a 15 corporaciones de envergadura internacional desde hace aproximadamente diez años, dentro de las cuales destacan «MOTOROLA», «HP» e «IBM» solo por mencionar algunas, sin pasar por alto las 600 pequeñas y medianas empresas que de igual forma se encuentran situadas en nuestro Estado y que se consideran al día de hoy como «Startups».
El hecho de que nuestra entidad federativa constituya un foco de atracción para las empresas tecnológicas, trajo como consecuencia que autoridades de nuestro Estado acudieran a una gira de trabajo a la Ciudad de Silicon Valley para generar la captación de inversión extranjera y, que más empresas norteamericanas decidan inyectar capital fresco dentro de nuestra región que propicie mayor cantidad de empleos y un mayor crecimiento económico.
No cabe duda que la noticia dada en días pasado por parte de la Secretaria de Economía (SEDECO), en donde anuncio que gracias a la comitiva jalisciense se lograron acuerdos para que durante este presente año 2019 se generen inversiones por 222 millones de dólares, es un tema aplaudible y, aparentemente muy prometedor, ya que si bien es cierto esto debe generar una derrama económica en el Estado, no menos cierto es que quizás detrás de ello el panorama no sea tan alentador.
Durante la gira de trabajo por parte de representantes del Gobierno Jalisciense, tuvieron lugar 27 reuniones de trabajo entre sectores empresariales y también de carácter gubernamental, en donde se busco crear los acuerdos jurídicos necesarios para que se pueda atraer inversión fresca a la economía de nuestra entidad federativa, todo esto bajo el marco de lo declarado públicamente por parte del Secretario de Economía Ernesto Sanchez Proal al rendir cuentas de los resultados por parte de la gira de trabajo en la Ciudad Norteamericana.
En propias palabras del Secretario de Economía, se espera que la inversión extranjera lograda o, mejor dicho, pronosticada, genere cuatro mil 440 empleos en el Estado de Jalisco de los cuales alrededor de la mitad sean del sector de las ingenierías, sin embargo, la interrogante surge a la luz ¿El grueso de las contrataciones está enfocado solo a ese tipo de profesiones?
No puede seguirse viendo a nuestro Estado como una ciudad tecnológica y un nicho de inversión, pero a costa de considerarse como una región manufacturera y obrera. El Estado dentro de su función debe velar por captar las inversiones necesarias para generar más empleos en el Estado, sin embargo, no todos los empleos son de mano de obra en líneas de producción, ni tampoco privilegiar a un solo tipo de profesión, puesto que la cantidad de profesionistas en las diversas áreas así como especialistas con grados académicos diversos es sumamente variado al interior del Estado, lo que implica que exista una mayor oportunidad de empleos bien remunerados en todas y cada una de las áreas de especialidad.
El Estado de Jalisco no puede solamente pretender conseguir oportunidades de empleo para dos sectores productivos de la sociedad, esto es, áreas de ingeniería y mano de obra económica. Cabe resaltar que un factor de atracción importante para las empresas internacionales es contratar a un obrero o ingeniero en pesos, cuando en sus países de origen el pago seria en dólares y, consecuentemente, más costoso para las finanzas de la corporación.
Se reitera que las inversiones extranjeras no son mal vistas, solo mal enfocadas. No se puede privilegiar a un sector de la población dejando de lado el resto de los ciudadanos, porque existen una infinidades de especialidades y profesionistas que son ignorados cuando se proyecta una inversión de gran envergadura en la zona y, esto es a causa de que quizá se sigue vendiendo la idea al inversionista extranjero de que nuestro Estado es un pueblo de mano de obra económica y con beneficios por parte de las autoridades para que venga e inviertan con seguridad económica.
Si logramos prescindir del tema laboral, en donde no solo se verán beneficiados ciertos sectores económicos, es posible migrar al tema de derecho ambiental del Estado de Jalisco. No se debe de soslayar el medio ambiente de nuestra región, del cual no pasa desapercibido el impacto que han sufrido ciertas zonas dentro de las que destacan la laguna de Valencia y el Rio Santiago, solo por mencionar algunas, las cuales se encuentran sufriendo las consecuencias directas de la contaminación propiciada por las empresas instaladas en Jalisco.
Si la administración actual pretende captar los 222 millones de dólares que tanto presume al día de hoy, también se debe de preocupar por mantener una rígida regulación ambiental a través de la legislación adecuada y vigente, aunado a una verdadera aplicación de la misma a la totalidad de los agentes económicos que se encuentran ya instalados en nuestro territorio y los que en teoría están por venir. Los tiempos actuales y la escases de los recursos naturales, no se pueden dar el lujo de permitir seguir contaminando bajo el escudo de anteponer las economías y los beneficios económicos frente a los recursos naturales.
Primero los recursos de una nación y después los beneficios económicos particulares. Los recurso naturales y diversidad biológica de una nación no pueden ser renovados ni comprados con toda la inversión que se pueda gestar en décadas, y desafortunadamente en algunos casos se anteponen los intereses particulares que los intereses y derechos de toda una colectividad.
Si a la inversión como forma de crecimiento económico como parte de un mundo globalizado que ha permeado en las economías locales, trayendo consigo captación de impuestos y generación de empleos, pero no a que solo se busque captar inversiones para beneficio de ciertas profesiones o sectores y, de igualmente no, a la displicencia y ausencia de aplicación de normas enérgicas a las corporaciones que atenten contra los recursos naturales de una nación, puesto que ellos constituyen la riqueza más importante y sé que puede heredar a futuras generaciones.